Dos de dos*
Segundo partido de la temporada, el primero como local, y segunda victoria de nuestro equipo. En este caso, no fue tan holgada como el debut liguero hace dos semanas, pero no por ello el triunfo de ayer frente al Balonmano Pereda desmereció un ápice.
De entrada, cabe destacar la valía de un rival que no se dio por vencido en ningún momento y que peleó por la victoria hasta el último segundo. De hecho, la tónica del choque fue la igualdad reinante en todo momento. Así transcurrieron los primeros treinta minutos, sin que ninguno de los dos conjuntos pudiera despegarse en el marcador.
Los guarismos –empate a 12 al descanso– hablan por sí solos de la superioridad de las defensas sobre los respectivos ataques y, sobre todo, del buen hacer de los dos porteros en liza bajo los palos. Sólo una salida en tromba de los nuestros tras la reanudación, con un 5-0 de parcial en los diez primeros minutos de la segunda parte, hizo posible que el partido se decantara hacia el bando local.
No obstante, la insistencia visitante en no querer rendirse y un cierto miedo a ganar en algún momento hizo que el partido no se cerrase antes de tiempo y que fuera necesario esperar hasta última hora para amarrar los dos puntos.
C. B. VALLEBUENA: 24 (12+12): Mario, Alex; Rubén (1), Viti (1), Polanco (5), Abilio, Borja (3), Aitor, Manuel (3), Sergio (7), Diego (1), Jony, Juan (2) y Raúl (1).
BM. PEREDA: 21 (12 + 9): Alonso; Guillermo, Sergio (5), Alberto (2), Pablo, Román, Iván, Sergio Baldor (3), Oscar, Javier Crespo (2) y Javier de Gregorio (9).Segundo partido de la temporada, el primero como local, y segunda victoria de nuestro equipo. En este caso, no fue tan holgada como el debut liguero hace dos semanas, pero no por ello el triunfo de ayer frente al Balonmano Pereda desmereció un ápice.
De entrada, cabe destacar la valía de un rival que no se dio por vencido en ningún momento y que peleó por la victoria hasta el último segundo. De hecho, la tónica del choque fue la igualdad reinante en todo momento. Así transcurrieron los primeros treinta minutos, sin que ninguno de los dos conjuntos pudiera despegarse en el marcador.
Los guarismos –empate a 12 al descanso– hablan por sí solos de la superioridad de las defensas sobre los respectivos ataques y, sobre todo, del buen hacer de los dos porteros en liza bajo los palos. Sólo una salida en tromba de los nuestros tras la reanudación, con un 5-0 de parcial en los diez primeros minutos de la segunda parte, hizo posible que el partido se decantara hacia el bando local.
No obstante, la insistencia visitante en no querer rendirse y un cierto miedo a ganar en algún momento hizo que el partido no se cerrase antes de tiempo y que fuera necesario esperar hasta última hora para amarrar los dos puntos.
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