A una semana de que comience la competición liguera, las impresiones que transmite nuestro equipo son inmejorables. En la jornada de hoy, el equipo dirigido por Rubén Castillo se impuso al representativo del Adelma Sinfin que milita en nuestra categoría, en un partido vibrante lleno de goles y de alternativas en el marcador, al que se llegó con un resultado final de 39-36.
La de esta mañana era la la última piedra de toque de pretemporada. En cuanto tal, lo cierto es que el choque no defraudó en ningún momento, acorde por otro lado con lo que se espera de ambos conjuntos en los próximos meses.
En el cuadro rival, pese a que aún se observan algunas piezas por engranar en su maquinaria, se pudieron ver detalles que permiten situarlo, antes incluso de la primera jornada, como uno de los equipos más fuertes de la competición.
Los locales, por su parte, ratificaron el buen juego desplegado en Astillero, dando continuidad a las señas que ya exhibieran a lo largo de la pasada campaña: intensidad defensiva y velocidad en el contragolpe. A juzgar por lo visto hoy, hay que añadir el estado de gracia en el que se encuentra Diego González, al que se le ve en una segunda juventud.
Con la igualdad como tónica dominante durante los primeros 20 minutos, el equipo consiguió despegarse en el marcador al filo del descanso, llegándose a vestuarios con un ventaja de 3 goles (21-18). Tras la reanudación, los visitantes remontaron esa renta poniéndose momentáneamente por delante. Pero el arreón final de los nuestros hizo que la victoria que la victoria, a la postre, se quedase en casa.
Buenas noticias, por tanto, las que el equipo sigue transmitiendo a todos los que le seguimos a pocos días de que comience lo serio de verdad.
La de esta mañana era la la última piedra de toque de pretemporada. En cuanto tal, lo cierto es que el choque no defraudó en ningún momento, acorde por otro lado con lo que se espera de ambos conjuntos en los próximos meses.
En el cuadro rival, pese a que aún se observan algunas piezas por engranar en su maquinaria, se pudieron ver detalles que permiten situarlo, antes incluso de la primera jornada, como uno de los equipos más fuertes de la competición.
Los locales, por su parte, ratificaron el buen juego desplegado en Astillero, dando continuidad a las señas que ya exhibieran a lo largo de la pasada campaña: intensidad defensiva y velocidad en el contragolpe. A juzgar por lo visto hoy, hay que añadir el estado de gracia en el que se encuentra Diego González, al que se le ve en una segunda juventud.
Con la igualdad como tónica dominante durante los primeros 20 minutos, el equipo consiguió despegarse en el marcador al filo del descanso, llegándose a vestuarios con un ventaja de 3 goles (21-18). Tras la reanudación, los visitantes remontaron esa renta poniéndose momentáneamente por delante. Pero el arreón final de los nuestros hizo que la victoria que la victoria, a la postre, se quedase en casa.
Buenas noticias, por tanto, las que el equipo sigue transmitiendo a todos los que le seguimos a pocos días de que comience lo serio de verdad.
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